logotipo del grupo sig combibloc

Conoce a Anthony Gibbs

Un día en la vida de un Ingeniero de Servicio de Campo en SIG

Afincado en la zona rural del sur de Australia, Anthony Gibbs ha sido una piedra angular de la red de servicio de SIG en la región durante 24 años. Con profundas raíces locales y un amplio alcance técnico, Anthony combina independencia, versatilidad y pasión en su papel de Ingeniero de Servicio de Campo (FSE), dando soporte a clientes de toda Australia y Nueva Zelanda. 

¿Cómo es un día normal para ti como ingeniero de servicio externo? 

Realmente no existe un día "típico". Realizo el mantenimiento de una amplia gama de equipos, desde máquinas de llenado pequeñas y medianas hasta mesas de acumulación, aplicadores de paja, envolvedoras de fardos, envasadoras de bandejas y sistemas transportadores. Mi trabajo incluye la formación in situ de los operarios y el mantenimiento, así como la prestación de asistencia técnica a otros FSE y Service Account Managers (SAM) de Australia y Nueva Zelanda. 

 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? 

La variedad. Un día puedo estar solucionando un problema mecánico; al siguiente, estoy guiando a un cliente a través de una avería técnica o ayudando a implantar una actualización. Cada día hay un nuevo rompecabezas que resolver.

 

¿En qué tipo de proyectos o retos sueles trabajar? 

Más allá del apoyo diario, he participado en actualizaciones eléctricas y mecánicas, y en proyectos más amplios, incluida la instalación de una línea SIG Mini 12 Aseptic en Nueva Zelanda. También representé a SIG Australia/Nueva Zelanda en una conferencia técnica en Bangkok y completé la formación ACX en Alemania en el centro de formación de Linnich. 

 

¿Cuál es el momento más gratificante que has vivido sobre el terreno? 

No hay un momento único: es la acumulación de retos superados y la satisfacción de ver las máquinas funcionando sin problemas, especialmente cuando ha sido una tarea dura o compleja. Esas largas jornadas dedicadas al mantenimiento preventivo o a trabajos de actualización son agotadoras, pero profundamente gratificantes. 

 

¿Qué es lo que la gente no sabe sobre la vida como FSE? 

No siempre es fácil. Hay que estar preparado para largas jornadas, muchos viajes y una intensa resolución de problemas, a menudo en lugares remotos. Pero eso forma parte de la experiencia y de lo que hace que el trabajo sea único y gratificante. 

 

¿Cómo ha apoyado SIG tu desarrollo y crecimiento? 

SIG siempre me ha apoyado mediante oportunidades de formación y una sólida red de asistencia técnica. Tanto si se trata de aprender nuevos sistemas como de obtener orientación de mentores -pasados y presentes-, siempre hay ayuda disponible cuando la necesitas. 

 

¿Algún consejo para alguien que esté pensando en hacerse FSE? 

Que no cunda el pánico bajo presión. Trabaja sistemáticamente. Disfruta del reto. Y pide siempre ayuda: hay mucha gente preparada dispuesta a ayudarle. Si te animas a aprender y mantienes la calma, ésta puede ser una de las carreras más gratificantes que existen.